Nada de complicaiones, cual caballo, solo miando hacia adelante.
Días, semanas intensas emocionalmente hablando.
En especial este fin de semana recién pasado.
50 años de matrimonio de mis abuelos, a quienes les debo mucho, no sólo como nieta, sino como casi una hija, a pesar de que mis papás nunca han dejado de serlo, sé con certeza que para ellos soy casi la hija menor, la más pegote de sus nietos, la que siente que su casa tb es suya, la que corre a su lado cuando el mundo se les desmorona (aunq ellos no lo sepan)...la que siente que parte de la esencia propia es un poco de su esencia robada. La que gracias a ellos disfruta de cosas que muchas veces olvidamos:. las flores, los´árboles, las hojas al caer, los duraznos al pintar, los gatos, los pajaritos...todo lo que ellos y esa, su casa, encierra.
50 años en que han sabido ser el pilar de todos sus hijos, perdonando errores, defectos, caidas y heridas. Amando lo bueno y lo malo de cada uno.
Detestandose un pococ entre ellos, pero juntos apesar de todo.
además, como la mayoria ya sabe, este finde semana pude (re) conocer a una prima muy esperada.20 años a decir verdad. Siento que con vernos las caras se abre un mundo nuevo para ambas. probablemente más extraño y lleno de incertidumbre para ella que para todos nosotros que la esperamos hace tanto.
Veo con sorpresa que la vida nos depara tanto que no imaginamos. Nada es definitivo, lo que me asusta pero también me llena de alegría: la vida nunca será gris si la dejamos fluir. de eso se trata hoy, con ella y con todos...poco a poco, esperando pequeñas grandes sorpresas, aunq salgamos de ellos un poco mareados, como me siento yo ultimamente.